El rappel no es más que un descuento en las facturas, pero tiene una serie de particularidades. Para empezar, ha de ser solicitado por los clientes o bien ofrecido a estos para mantener su confianza y fidelizarlos, y por otro lado, su cuantía depende del volumen de compra y el tiempo de relación entre cliente y proveedor.
Traducido al español, el rappel en pymes es un descuento en factura por volumen de venta. El término es de origen deportivo, más concreto del montañismo, y hace referencia a la ayuda que suponen los cabos y las cuerdas a un alpinista cuando desciende desde una cima.
Cómo se aplica un rappel
El rappel tiene por objetivo premiar a clientes que son muy fieles y con ello garantizar también que la relación sea más duradera. El descuento puede realizarse en cantidad neta o bien en porcentaje.
Normalmente existe un porcentaje de descuento predefinido en el rappel en pymes que varía en función de las cantidades de compra. Así, si se supera tanto dinero en las facturas, se ofrece un determinado porcentaje de descuento, lo que es igual a decir que si existe una cantidad mínima de compra, cada unidad tiene establecido un precio inferior correspondiente a ese porcentaje. El rappel en pymes, en determinados casos, puede llegar hasta el 15% de descuento.
Sus efectos en la contabilidad
El rappel en pymes tiene ventajas que se traducen en fidelización a los clientes y garantía de que se producen esas ventas. Sin embargo, antes de iniciarse en esta práctica es importante valorar cómo puede afectar a la contabilidad de la empresa.
De este modo, si se realiza una compra a un proveedor de 1.000 euros y existe un rappel del 10%, la cantidad total a pagar es de 900 euros, lo que conlleva un IVA soportado de 189 euros. En la contabilidad debe registrarse ese IVA, pues es el que se realiza sobre la cantidad a pagar y no sobre el precio de compra original.