¿Cuál es la retención mínima de IRPF en autónomos?
El IRPF es un impuesto que pagan todas aquellas personas que tienen un trabajo por cuenta ajena, pero también es un concepto que han de pagar los trabajadores autónomos. La retención mínima de IRPF varía según el régimen laboral y es más alta en los autónomos que en los empleados por cuenta ajena.
Por lo general, la retención mínima para trabajadores autónomos es del 7%, aunque existen excepciones, pues esta puede reducirse al 2% para los trabajadores temporales, los que están en prácticas o los becarios.
La retención mínima del IRPF al 7% sí aplica a los trabajadores autónomos, pero no a todos. Este porcentaje es solo posible para los nuevos profesionales que se acogen a este régimen laboral en sus tres primeros años de actividad. Pasado ese tiempo, el porcentaje se eleva hasta el 15% en la mayoría de los casos.
¿Qué ocurre con los trabajadores por cuenta ajena?
Los trabajadores por cuenta ajena sí pueden aplicar una retención mínima del 2% en los casos comentados. Aquellos empleados que tengan categoría de fijos, es decir, cuenten con contratos indefinidos o sean dios-discontinuos, no pueden acogerse a esta retención tan baja.
La retención del IRPF es importante porque todo aquello que no se retenga mes a mes tocará devolverlo a final del ejercicio con la declaración de la renta. Si durante todo el año se ha estado pagando poco en concepto de IRPF, la cantidad correspondiente que no ha ido abonando al fisco es la Agencia Tributaria la que la reclama una vez resuelta la declaración.
Muchos empleados optan por pedir a su empresa una retención alta para, llegado el momento de la declaración, esta les sea favorable y sea Hacienda quien devuelva el dinero abonado de más. Pero esta es una cuestión personal. Sea como fuere, lo importante es abonar el IRPF, pues de lo contrario nos enfrentamos a posibles sanciones económicas.